La Dieta es un proceso mediante el cual un individuo que busca curarse (o que busca aprender y evolucionar con las plantas) entra en un estricto proceso de aislamiento y limitación alimentaria mientras ingiere el remedio vegetal preparado por el curandero. El aislamiento y la desintoxicación son necesarios para poder separarse de las influencias externas, creando así la claridad mente-cuerpo-espíritu necesaria para recibir de la planta con la que trabajarán durante su dieta. La persona que hace dieta se abstendrá de comer sal, aceite, especias y azúcar; comer sólo una pequeña cantidad de alimentos muy sencillos una o dos veces al día. Se abstienen de utilizar cualquier tecnología, y tampoco utilizan nada en la piel o el cabello como jabones, desodorantes, cremas o perfumes durante este tiempo tan especial. Según el objetivo de la dieta, el curandero les preparará una planta medicinal para que la ingieran durante su dieta.

Aislarse de los demás sirve para desintoxicar el campo energético de la energía de otras personas. Cuando nos aislamos y desintoxicamos en la naturaleza, nuestro campo de energía se relaja, se expande y armoniza con el ritmo natural de la tierra, que es el estado más propicio y de apoyo para recibir y conectarnos con nuestra planta dietética.

La ingesta limitada de alimentos desintoxica el cuerpo físico, ingiriendo sólo los nutrientes suficientes para mantenerse durante este momento especial. El cuerpo físico se desnuda para liberar la acumulación de toxinas y volverse lo más limpio y claro posible para que se integre la esencia de la planta medicinal.

Cuando finaliza la dieta, el curandero realiza un determinado ritual para “cerrar la dieta” y dependiendo del tiempo que la persona estuvo en la dieta, la persona que hace la dieta continuará cumpliendo con ciertas restricciones en los días o semanas posteriores a la dieta. y tomarse una cantidad adecuada de tiempo para regresar lentamente a su vida normal.